Otra boda súper especial. Es bueno reencontrar amigos y fotografiarlos en un día tan importante. Braulio, el novio más llorón del mundo, estudió conmigo en las épocas del colegio, cuando nunca imaginaba que sería fotógrafo.
Interesante que, durante el cumpleaños de un amigo cerca de dos años atrás, él tomó una tarjeta mía y me dijo ‘cuando me case tú lo vas a fotografiar’. Dicho y hecho. Gracias a Fernanda y Braulio por la oportunidad. Espero que les guste esta pequeña muestra.
Un viva los novios!