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El tempo pasa y seguimos encontrando personas que de alguna manera han marcado nuestra vida. Gui y Mari no lo saben, pero estuvieron presentes en un momento muy difícil de mi carrera. Acababa de salir de una sociedad y asumir nada más ni nada menos que 40 bodas, sin contar con gran experiencia.

Sobraba fuerza de voluntad. Su boda marcó. Fue increíble, boda de verdad! Mucha emoción!

Gracias por la confianza. Todo salió bien…tan bien que nuevamente nos cruzamos, esta vez para fotografiar a la pequeña Helena, aún en la panza.

Ahora sólo falta la pizza. Promesa es deuda!

Hasta pronto!

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