No es sólo la subida.
Es la labor, el esfuerzo
Es levantarse, mientras otras y la mayoría de las personas están durmiendo.
Es verificar su blog cien veces por día y notar que no hay ni un comentario. Entonces, volver a escribir nuevamente al otro día. Y al siguiente también.
Es pasar al lado de la TV y no permitirle que te enganche.
Es ignorar lo que eres y lo que te da placer, porque eso tomará tu precioso tiempo. Es tomar el lunes por sorpresa y comenzar el día antes de que el miedo te consuma.
Es tragarse el orgullo y tocar en un bar para nadie más allá de la camarera.
Es el llenar todo la documentación irritante que es necesaria para transformar tu sueño en un negocio.
Es twitar 12.000 veces si es necesario.
Es pedir ayuda incluso pensando en fingir que es demasiado fuerte como para necesitarla.
Es darse cuenta que la balanza no es su jefe, es una herramienta. Y si no alcanza su meta de peso hoy, va a superarlo, volver a correr y alcanzarla mañana.
Es perder el cliente, perder el empleo, perder la oportunidad y notar que no ha perdido su identidad.
Y volver a levantarse.
Es el despertarse a las 4 de la mañana para tomar un autobús hacia el aeropuerto.
Es medir el éxito en relación a sus propias acciones, y no las realizadas por otros.
Es recordar que el trabajo duro aún golpea 100% de todos los atajos que todos el mundo nos ofrece.
Y disponerse a tal vez fallar.
Y fallar.
Y fallar.
Y fallar.
Y mejorar. A veces más despacio de lo que querría. Mejoras menores de lo que querría. Pero lo mejor es mejor!
Texto retirado y adaptado del sitio: www.jonacuff.com/blog/miley-