Memoria corta
Hoy me he levantado quejándome de la vida. He tenido que levantarme temprano para fotografiar…muy temprano. Salir de la cama un viernes antes de las 7? Más aún después de dos semanas de workshops intensos? Me sentía muerto, muy cansado, partido!
Salí de la habitación, fui hasta el balcón. ¡Qué lindo día en Belo Horizonte! Algunas memorias me vinieron como flashes. Dolores…dolores…muchos dolores.
Ocho años atrás yo tenía otra profesión. Trabajaba el día entero dentro de una oficina. Era infeliz. Sufría de Fibromialgia, una enfermedad presente normalmente en el mundo de las mujeres. Sus síntomas son dolores inexplicables. Me dolía el cuerpo entero y durante tres años busqué explicaciones y caminos sin éxito.
Por un tiempo tomé fluoxetina. De hecho: médicos, por qué tantos de ustedes se empecinan en curar síntomas? Los síntomas no tienen cura…o sí? No que yo sepa!
Mi cura estaba en la cabeza. Un médico me aconsejó buscar un hobby. Algo que me hiciera feliz, sentir placer, cuidarme, dejar de fumar, vivir más levemente, ser menos exigente conmigo mismo (aún preciso mejorar en esto), pues la fibromialgia es el grito del cuerpo frente a una mente enferma que insiste en luchar con la propia naturaleza del individuo enfermo.
Me he curado……y por algunos instantes mi memoria ha sido corta. Los flashes se han marchado…día lindo en Belo Horizonte, el cielo más que azul.
Vamos a fotografiar. Ser feliz es una decisión…personal e intransferible.
PD: Fluoxetina sólo es buena con whisky!
Obrigado a Cris, Erick e Mariana por me ajudarem a enxergar isso!